martes, 2 de diciembre de 2014

Lucio Cabañas Barrientos



Lucio Cabañas Barrientos fue un maestro rural y líder estudiantil, jefe del grupo armado Partido de los Pobres en la sierra de Guerrero durante la década de 1970. Uno de sus tíos, Pablo Cabañas, combatió junto a Silvestre Mariscal, Prisciliano Padilla, Baldomero Vidales, Amadeo Vidales y Abacuc Román Godínez, así como con Jacobo Gámiz, hermano del dirigente magisterial, campesino y guerrillero Arturo Gámiz, quien comandó el asalto al cuartel de Madera.

Lucio nació el 12 de diciembre de 1938 en el seno de un hogar campesino. Su abuelo paterno había sido zapatista y su tío Pablo había participado en la guerrilla de los hermanos Vidales en la década de 1920. Cursó su educación básica en la localidad de El Cayaco. Posteriormente, en febrero de 1956, ingresó a la normal de Ayotzinapa. Rápidamente se posiciona como líder estudiantil de esa escuela e ingresa a las Juventudes del Partido Comunista.

Su formación política comenzó en la Asociación Cívica Guerrerense (ACG), que en ese entonces dirigió Genaro Vázquez. Posteriormente fue elegido secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, para el periodo de 1962 a 1963. Lucio decide alejarse de la ACG para acercarse más al Partido Comunista Mexicano (PCM). Al recibirse como maestro es asignado al ejido de Mexcaltepec en la sierra, a una decena de kilómetros de Atoyac. Este ejido contaba con recursos forestales que habían sido usurpados por una compañía maderera. Es en este momento cuando organiza a los campesinos para reivindicar sus derechos sobre los bosques. Esto motiva su transferencia a la escuela Modesto Alarcón, en Atoyac.

Desde su nuevo lugar de trabajo sigue asesorando a los campesinos, lo cual genera roces con las autoridades, y es enviado esta vez hasta una escuela en Durango, en 1965. Sin embargo, gracias a las presiones del Movimiento Revolucionario Magisterial, es reubicado en Atoyac.

A principios de abril de 1967, Lucio y algunos profesores de la escuela Juan Álvarez, con otros miembros de la ACG, de la Confederación Campesina Independiente y de colonias populares, fundan el llamado Frente de Defensa de los Intereses de la Escuela Juan Álvarez. Lucio Cabañas convoca a una manifestación pacífica en Atoyac el 18 de mayo de 1967. Con el fin de desalojar la plaza cívica, intervino la Policía Judicial del estado, que comenzó una balacera cuyo principal blanco era el propio Lucio Cabañas.

Después de la matanza, Lucio se ve obligado a internarse en la sierra. Durante este periodo, recorre los poblados y rancherías con algún compañero eventual. Esto le permite encontrar los contactos que le ayudarán a formar el Partido de los Pobres y su Brigada de Ajusticiamiento.

En abril de 1974, la guerrilla dirigida por Lucio Cabañas decide ejecutar el secuestro de Rubén Figueroa Figueroa, senador de la República y candidato a la gubernatura del Estado, para exigir la liberación de estudiantes y campesinos presos . Lucio y Figueroa acuerdan una reunión para el 30 de mayo de 1974 a las 9 de la mañana, en un cruce de caminos que conducían de San Jerónimo a la localidad de El Ticuí, muy cerca de Atoyac.

Después de este acontecimiento, el Estado responde con toda su fuerza contra la guerrilla de Lucio Cabañas y emprende su persecución.

La madrugada del 2 de diciembre de 1974 se dio el último enfrentamiento con tropas militares, con un tiroteo en la selva cafetalera de El Otatal. Lucio Cabañas, al percatarse de que no había salida y, sobre todo porque en aquel tiempo quien caía en manos del Ejército era torturado y ejecutado, gritó a sus persecutores: “¡Hasta que se les hizo!... Pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes”. Enseguida se colocó el cañón de su rifle M-2 en el cuello, jaló del gatillo y cayó herido mortalmente. El capitán Bravo Torres corrió hasta el cuerpo y le disparó el tiro de gracia.

Hoy, el movimiento guerrillero que encabezó Lucio Cabañas tiene la misma vigencia frente a la pobreza, la opresión, las matanzas y el abuso de poder que genera el Estado, que son estandarte de los movimientos sociales en Guerrero.El PDLP nació como una forma de autodefensa armada ante gobiernos despóticos y represores, que con una matanza quisieron evitar una manifestación popular. Las condiciones económicas y sociales de hace cuatro décadas parecen no haber cambiado, ni tampoco ha existido la voluntad política de transformar económica, educativa y socialmente al Estado.

Por Raúl Sendic García Estrada
Con información de : La Jornada Guerrero


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