jueves, 26 de enero de 2012

El traje de chiapaneca, ícono del Estado de Chiapas


El traje de chiapaneca, término que se acuña desde la época de la Conquista española, ha modificado su forma y color, iniciando en la década de los 40 en un solo tono, "monocromático", para pasar a los diversos matices en los años 70.

Pero más allá de su historia, dicho vestuario tiene una relación muy íntima con el pasado, religión, y forma de vivir de los lugareños de aquel entonces: "Cuando se lleva a cabo la Federación de Chiapas a México el 14 de septiembre de 1824, años después se edifica el Monumento a la Bandera (1942), desde ese entonces el traje de chiapaneca aparece en piedra", dijo Marité Nandayapa Vargas, quien en el 2008 presentó su trabajo titulado Nárima Nilú, Origen y evolución del traje de chiapaneca.

La maestra -sobrina del fallecido compositor Zeferino Nandayapa- explicó la importancia de este vestido, el cual forma parte de los orígenes de la vida en la entidad.[1]

Aunque la pesquisa surge por la inquietud de hacer una colección de trajes regionales chiapacorceños, doña Marité (María Teresa) se involucra tanto que continúa con el trabajo hasta formar su libro Nárima Nilú, "flor resplandeciente".


"La investigación inició con fotos familiares, en donde podemos observar sólo camisas o blusas con la técnica del 'contado', en punto de cruz". El inicio es muy sombrío, siendo que esta indumentaria era utilizada en eventos especiales; pero conforme avanzaban los años se le aplicaron otros arreglos.

El traje en ese momento (1914 vestido más antiguo), consistía en un contado en blanco y negro y sin vuelo (petatillo con flores de colores), además de usar una enagua liza sin olán (tira de petatillo que mide dos metros de largo y va debajo de la falda): "era una costumbre que cada mujer hiciera su propia ropa, la mayoría de las mujeres sabía bordar".

Durante la Colonia (1522), la importación de materiales europeos fueron utilizados por las mujeres para adornar sus trajes: matizado (contado de color) y encaje español (vuelo): "Era difícil que la chiapaneca comprara el encaje, por eso no tenía vuelo".

El tul (tela de punto), fue el instrumento que las chiapanecas utilizaron para decorar su ropa: "Se hacían unas flores muy chiquitas, de un centímetro, sin tener un patrón para bordar; pasan los años y se hace el modelo de la rosa. En la década de los 30 se hace la muestra con lo que se calca el dibujo y se hacen más grandes".

La evolución del vestido de chiapaneca ha sido significativa, de ser un traje de uso cotidiano a pasar a uno elegante de talla internacional, sobre todo al ser catalogado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.

Las Chiapanecas,"Bailable Chiapaneco",Grupo de Danza Catzojoyo, Tuxtla Gutierrez, Chis. Mx.


 


Costurado a mano


Ante la llega de artículos (artesanías) chinos a México, doña Marité ve con mucha tristeza el cómo otros estados contaminan la manera tradicional de hacer los trajes: "Gracias al trabajo de bordado a mano en tul para la hechura del traje de chiapaneca, es que aún no se hace a máquina, y por ende no es falsificable".

Lugares como Oaxaca y Yucatán han sido afectados por los productos chinos: "en Yucatán el trabajo se hace sobre tela, por eso es fácil copiarlo, lo que provoca una ruptura de la tradición de sus pueblos", apuntó doña Marité.

La importancia de preservar las tradiciones y costumbres de un pueblo, ayudan a conservar no sólo la artesanía, sino también la cultura del origen del ser humano: "En Chiapa de Corzo hay una escuela de las 'Tradiciones', en el Ex-Convento de Santo Domingo, que fomenta este trabajo, lo que ayuda a transmitir los conocimientos a nuevas generaciones".

Quienes confeccionan este traje; son generalmente mujeres sencillas y no lo toman como un oficio, sino como un descanso, pues lo hacen en sus horas libres alternando con las labores del hogar, por herencia de su madre, aprendió a bordar y continúa el negocio. 

El traje de la Chiapaneca  se ha convertido en típico del estado. Se trata de una creación reciente que intenta describir la riqueza de la flora local contrastando la negrura de la selva.

Hay quienes aseguran que chiapanecos y guatemaltecos suelen acusarse mutuamente por copiar los diseños textiles originarios de cada uno de ellos. Pero en realidad ambos tienen una tradición común. Como todos pertenecen al grupo cultural maya resulta natural que compartan el gusto y la tradición productiva por ciertos diseños.




Bordado chiapaneco

El Traje regional de las chiapanecas es reconocido internacionalmente por su elegancia y consiste en una falda de olanes completamente tapizados de flores bordadas a mano con hilos de seda. Para hacer los trajes, primero se corta el tul (tela especial para bordar), se diseña el dibujo de la decoración de lo que será el vuelo, se une el tul con la muestra diseñada y se empieza por el ojal de las orillas del vuelo. Para la elaboración del bordado de flores, se aplica la puntada denominada embollado, al mismo tiempo que se elabora el bordado de las bolitas, una vez elaborada una sección del vuelo con las bolitas se continúa con una flor y ya terminada la flor se inicia con otra sección de bolitas, y así sucesivamente, continuando con la elaboración del bordado de las hojas y el bordado de las semillas. Ya elaborado el bordado se confecciona una camisa con tela de tafeta y se concluye uniendo los vuelos.



[1] Entrevista por Carlos Marroquín dentro de su hogar (avenida Independencia número 38, Chiapa de Corzo), El Heraldo de Chiapas


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