martes, 20 de marzo de 2012

Benito Juárez y el pensamiento masónico



El 21 de marzo es el natalicio de uno de los hombres clave en la historia de México y seguramente un elemento central del pensamiento humanista y político latinoamericano. Juárez es el adalid de la República y el emancipador de las conciencias de un pueblo que vivió siglos de mansedumbre espiritual y religiosa y que derivó en franco fanatismo, alimentado por la ignorancia y la superstición promovidas por una clase sacerdotal ambiciosa de riquezas y poder. 

La masonería —en México y en el mundo— reconoce la importancia de la formación espiritual del hombre, y ella misma se proclama animada por el deseo del más profundo religamiento; sus grados y diversos ritos y sistemas reconocen la existencia de Dios, y solicita que sus aspirantes se pronuncien creyentes y, posteriormente a sus miembros les solicita que jamás sean “estúpidos ateos ni libertinos irreligiosos”. Tanto el Rito Escocés como el de York se encuentran animados de la más pura aspiración de vincular al masón con lo divino, y jamás los masones mexicanos nos hemos pronunciado en contra de ninguna religión ni iglesia alguna. Tampoco jamás los masones mexicanos hemos renunciado al hálito universal de la masonería regular, pero ante los embates de un clero sedicente —como el que en México existió durante La Colonia y durante el siglo XIX— los hombres de pensamiento progresista tuvieron que salir a la palestra en defensa de los ideales de evolución y transformación que la masonería proclama en su fuero más interno y que constituye el leit motiv implícito en sus enseñanzas y rituales.

Juárez fue uno de esos hombres, y la pléyade que le acompañó en su lucha —los Hombres de la Reforma Liberal— son el mejor ejemplo de cómo los principios, los postulados y las enseñanzas de la masonería deben sembrar la inquietud y los ánimos de las instituciones sociales y políticas de los pueblos evolucionados. Los Estados Unidos fueron fundados por masones y la Reforma Liberal Mexicana es, sin duda alguna, la segunda fundación de nuestra República y al mismo tiempo la inauguración definitiva que colocó a México entre las naciones civilizadas del mundo. Así lo reconocieron en Europa, particularmente Víctor Hugo, y así lo ha registrado también el mundo americano y de todo el orbe.

A Juárez se le celebra por su condición humana, llena de virtudes y defectos; a Juárez se le reconoce por sus méritos enormes al ser el ejemplo más vivo de la perseverancia en la lucha contra todas las adversidades juntas, ya en su vida personal, ya en su caminar político. En su vida personal, Juárez emana de la clase social e históricamente más marginada de México, la indígena. Benito logra emanciparse, estudia, se hace abogado en medio de todos los reveses e infortunios, consigue ser alto magistrado de justicia, diputado, gobernador de su Estado natal —Oaxaca— y finalmente Presidente de la República. Enfrenta a las potencias del mundo, combate la intervención francesa de Napoleón III y a un efímero y oropelesco emperador austriaco —Maximiliano de Habsburgo—, se enfrenta a uno de los cleros católico romanos más avariciosos e intolerantes del mundo de su tiempo, enriquecido hasta la saciedad con más de las dos terceras partes de las tierras de México en su poder —los llamados “bienes de manos muertas”— y deseoso de ejercer preeminencia sobre el poder terrenal del Estado, no obstante el célebre mandato cristiano que dispone poner a Dios y al César, cada uno en su lugar y ámbito. Juárez se hace grande por la adversidad, por sus ideales y por su triunfo moral sobre los enemigos de la libertad y del progreso.

La presencia de Juárez en la Masonería es indiscutible, aunque ciertamente los datos históricos son variados. A México, la masonería le llega durante la primera década del XIX y ya en 1824, Guadalupe Victoria, primer presidente del México independiente, actúa como Gran Maestro de la Gran Logia Nacional Mexicana, traída a nuestras tierras por Mr. Joel R. Poinsett, Ministro Plenipotenciario del Gobierno norteamericano en México. Sin embargo, ya en 1806 se dice que Miguel Hidalgo, el iniciador de la gesta independentista de la Nueva España, habría sido iniciado masón en una Logia sin nombre ni exacta ubicación de la ciudad de México, pero no hay datos seguros al respecto. Esta Logia probablemente haya sido de inspiración caditana, es decir, de las que fundó en Cádiz don Francisco de Miranda para promover la Independencia de las Colonias americanas: las Logias de los Caballeros Racionales y de Lautaro.

Cortesía del historiador Lic. Raúl Sinencio Chávez

Recién consumada la Independencia de México, en 1821, la sociedad mexicana enfrenta el debate político fundamental de su historia: decidir si el nuevo país se constituye en una república centralista o en una federalista. La masonería desempeña, desde entonces, un papel crucial en la historia mexicana; el llamado “rito escocés”, integrado por españoles peninsulares y algunos criollos deseosos de mantener los privilegios virreinales, se pronuncia por un esquema de organización política centralista. Los mestizos —la clase social emergente— deciden luchar por un modelo de república federal y se agrupan en el Rito York. Ambos sistemas de masonería se convierten en auténticos partidos políticos y según cuenta don José María Mateos en su Historia de la Masonería en México: 1806-1884, pronto las Logias dejaron de ser tales y se convirtieron en camarillas de poder y de influencia. Los rituales y el simbolismo masónico desaparecieron para constituirse en auténticos partidos políticos en los que ser escocés significaba ser centralista, y ser yorkino, federalista. Había masones escoceses y yorkinos en calidad de diputados al Congreso y el debate era tan fuerte que la fraternidad dejó de ser tal ante la lucha por el poder y el triunfo de uno de los dos proyectos. Ganó, finalmente, el proyecto de nación federal, es decir, el partido yorkino.

Nueve masones de ritual —cinco de York y cuatro del Escocés—, masones de Logia, de ceremonia y de simbolismo, hastiados de ver a las Logias convertidas en partidos políticos, deciden separarse de sus talleres y fundan un sistema masónico que prevaleció durante todo el siglo XIX y al que dieron por nombre el de «Rito Nacional Mexicano». La fundación de este sistema masónico ocurrió en 1825. Esta masonería —irregular a los ojos de las Grandes Logias americanas y europeas, de adhesión británica— tuvo entre sus miembros a los más preclaros varones mexicanos del siglo XIX, y fue una masonería que nació para trabajar el ritual y el simbolismo iniciático ancestral. Pero el estado de las cosas en la política mexicana, la sediciosa postura del clero católico mexicano en sus afanes de controlar la educación y de mantener el control de la política del país, así como sus enormes riquezas inmobiliarias y agrarias, hizo que la bancada liberal se agrupara de nueva cuenta, pero ya no en las facciones “yorkinas” y “escocesas”, sino ahora bajo las banderas de dos fuerzas oponentes: liberales contra conservadores o dicho de otro modo: masones contra clericales. La lucha fue enconada y derivó en una guerra civil, la Guerra de Reforma, con caros desgastes sociales, económicos y políticos; enconos que hoy en día florecen en la realidad mexicana, no obstante el triunfo moral de la verdad contra el oscurantismo.


Para muchos historiadores —sin datos fidedignos— Benito Pablo Juárez García se habría iniciado en una de estas Logias del Rito Nacional Mexicano; no se sabe si en la ciudad de México o en la de Oaxaca. Se propone acuciosamente la ciudad de México y en la fecha del 15 de enero de 1847, precisamente en una Logia presuntamente llamada “Independencia” No. 2. Los que opinan que la iniciación ocurrió en Oaxaca, por 1833 o 1834, postulan que fue en una Logia del Rito York denominada “Espejo de las Virtudes”, de las que fundó la Gran Logia Nacional Mexicana de 1824. Pero don Rafael Zayas Enríquez, sostiene que el evento ocurrió en la ciudad de México, y al efecto afirma:

Juárez fue un francmasón que perteneció al Rito Nacional Mexicano, y en el que llegó a obtener el grado Noveno, equivalente al grado 33° del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que fue tan ferviente en la práctica masónica que su nombre se conserva con veneración en todos los ritos, y muchas logias y cuerpos filosóficos lo han adoptado como un símbolo sagrado.

Algunos de los personajes que asistieron a la tenida de iniciación de dicha Logia del Rito Nacional fueron los hermanos Manuel Crescencio Rejón, “el Pericles de nuestros oradores”, don Valentín Gómez Farías, patriarca de la democracia y entonces Presidente de la República, don Pedro Zubieta, Ministro de Hacienda, Pedro Lemus, Comandante General del Distrito Federal y del Estado de México; los hermanos Diputados federales José María del Río, Fernando Ortega, Tiburcio Cañas y Francisco Banuet. También presenciaron el acto iniciático —según se afirma— don Agustín Buenrostro, Joaquín Navarro, don Ambrosio Moreno, Ministro del Tribunal Superior de Justicia, Miguel Lerdo de Tejada y otras muchas personas distinguidísimas en las armas y en las letras. Dicen los narradores que Benito Juárez, desde aquella noche de su iniciación, adoptó el nombre simbólico de «Guillermo Tell», queriendo significar que habría de ser enérgico y constante, tal como lo fue el héroe suizo en defensa de las libertades patrias de su terruño.

Hay que asentar que las fuentes aseguran que, para celebrar la iniciación masónica de Juárez, fue habilitado como Templo masónico el salón de sesiones del H. Senado de la República, y que la ceremonia de iniciación estuvo presidida por el ilustre hermano don José María del Río, entonces Gran Maestro del Rito Nacional Mexicano. Se dice que Juárez, además de haber elegido el nombre simbólico del personaje suizo, quiso siempre, en todo momento y lugar, desempeñar el puesto de Guarda Templo y ningún otro. Hay quienes sostienen que fue Venerable Maestro en dos ocasiones de su Logia “Independencia” No. 2

El natalicio de Benito Juárez, ocurrido en Guelatao, Oaxaca, México, un 21 de marzo de 1806, coincide con una época de grandes agitaciones, en las que el eje es la lucha por la libertad y el progreso. El siglo XVIII había legado a la humanidad testimonios de grandeza intelectual en las obras de los enciclopedistas franceses, inspiradores del liberalismo que habría de pugnar en México el Dr. José María Luís Mora. Hijos de esta tradición libertaria son Washington, Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Sucre, San Martín, Manzini, en Italia, Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins, Juárez y por supuesto Lincoln.

¿Por qué Juárez se hizo masón? Seguramente porque percibió en la vieja Orden Fraternal las simientes más puras de la fraternidad, de la caridad evangélica y el mutuo socorro. Juárez se hizo masón, seguramente porque encontró que ella no atacaba a ninguna religión —siendo él, y más tarde su esposa Margarita, profundamente católicos—, porque observó en los masones el respeto más arraigado a la libertad de cultos y porque comprendió que ser masón era equivalente a ser librepensador y a la vez profundamente espiritual. Juárez debió comprender en su fuero interno que si la masonería conservaba ciertas ritualidades era porque quería perpetuar así la sabiduría del pasado remoto de la humanidad y para garantizar en el mundo la permanencia de leyes, principios y enseñanzas que conservan el carácter libérrimo de la condición humana.


El desempeño público de Juárez está plagado de principios masónicos y evidencia, a todas luces, su más calada vocación religiosa y espiritual. En efecto, Juárez nunca fue enemigo de la Iglesia Católica, pues él mismo fue un profundo católico; ni él, ni la masonería, ni los masones mexicanos han expresado jamás oposición ni al cristianismo ni a la catolicidad del pueblo de México. Lo único que Juárez —y los masones de hoy— pensamos y oponemos es el carácter retrógrado del clero mexicano, el sistemático y ancestral odio que los curas expresan hacia la masonería y los masones de México. ¿La razón? Haberle dado a México las Leyes de Reforma, y con ellas el pase a la modernidad jurídica y política expresadas en la separación del Estado y de la Iglesia, la educación laica y respetuosa, la amortización de los bienes del clero, el matrimonio civil —conservando el religioso— y otras bondades que solo los espíritus timoratos y oscurantistas pueden llegar a temer y odiar con tanta pasión como los curas mexicanos y sus seguidores de hoy y siempre.

El elevado espíritu masónico de Benito Juárez tuvo su más fervorosa expresión en el patriotismo y tolerancia con que condujo su vida personal, familiar y política. El cumplimiento exacto de sus deberes masónicos y fraternales creando escuelas, protegiendo la libertad de palabra y escrita y velando por el cumplimiento preciso de las leyes constitucionales. ¿Por qué tanto odio de la iglesia mexicana hacia Juárez y los masones?

Unos datos masónicos finales:

En febrero de 1847, Juárez fue electo vicepresidente de la Gran Logia La Luz; en 1854, luego de ser proclamado el Plan de Ayutla, recibió el Grado 7° del Rito Nacional Mexicano, y en 1871 recibía el Diploma de Gran Inspector General del Rito Escocés Antiguo y Aceptado del Supremo Consejo de España. Fue también declarado miembro de honor de la masonería francesa.

En los festejos del Bicentenario de su Natalicio (2006), cuando el gobierno conservador que hoy preside México le mira de soslayo y se ausenta de los actos conmemorativos de una figura de talla internacional como la del Benemérito de las Américas, muchos gobiernos, organizaciones e instituciones de América Latina contribuyen con diversas acciones a recordar la obra de este hombre inmortal. 

Sea pues, el ejemplo de Juárez, con sus vicios y virtudes, el referente de conducta masónica y política para los masones de hoy y siempre, y valga, para los imperios de hoy, su apotegma sublime: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

 Por lo Q.H. Cuauhtémoc D. Molina García

 ©2012-paginasmexicanas®

jueves, 15 de marzo de 2012

Jorge Yapur Sherife - El Rulfo de las Huastecas *

Jorge Yapur - Fotografía Alondra García Valverde


"De padres libaneses Jorge Yapur nace en Ciudad Madero, crece en Ciudad Mante , vive su edad adulta en Tampico ... si éso no es vivir en el desarraigo, entonces que alguien nos explique porque Jorge asume una universalidad ejemplar en sus primeros trabajos. Y es aquí en Tampico, donde Yapur encontrará que su identidad profunda es huasteca y a ella como un alucinado fedayín huasteco, se entregará apasionadamente con todo su talento y vida. Gracias Jorge por compartir esa perturbadora luz que nos conduce a nuestra más entrañable esencia". Gloria Gómez Guzmán.


Jorge Yapur Sherife ,pintor y escultor, nacido el 18 de abril de 1937 en Cd. Madero , Tamaulipas (México). Hijo de inmigrantes originarios de Qlaia'at y Marjayún, Líbano.

Terminó los estudios de licenciatura en Derecho en el Centro Universitario Tampico-Madero, perteneciente a la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT); posteriormente, es maestro en la Facultad de Música de la misma Universidad, donde actualmente imparte las cátedras de Filosofía del Arte, Arte de México y Plástica Latinoamericana, además de Diplomados Artísticos de Postgrado. Fue maestro, durante 6 años, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,Campus Tampico, donde fue reconocido en diez ocasiones con la Excelencia Académica, en las cátedras de Apreciación Estética, Historia de México, Historia Moderna de Occidente e Historia Mundial Contemporánea , así como en otras importantes Universidades del Puerto de Tampico, impartiendo entre otras , las cátedras de Antropología Social e Historia Social de México.

También ha sido coordinador de programas de estudio de las materias de dibujo y pintura en el Instituto Regional de Bellas Artes de Tampico durante 9 años y responsable de la restauración de la Catedral de Tampico.

El prestigiado muralista Ramón Cano Manilla fue su maestro (conocido también por haber sido mentor, años antes, de Frida Kahlo), a quien se le recuerda, además, por haber sido co-fundador de las Escuelas de Pintura al Aire Libre de la Academia de San Carlos, junto con Alfredo Ramos Martínez, y fundador, en Ciudad Mante, del primer Instituto Regional de Bellas Artes en Tamaulipas, instituto en el que Jorge Yapur realizó, durante 6 años, sus estudios de Artes Plásticas(1950-1956).


Exposiciones

Jorge Yapur tiene en su haber más de 50 exposiciones de pintura individuales en diferentes partes del país. Ha realizado más de 300 metros cuadrados de pintura mural, tanto en la Universidad Autónoma de Tamaulipas como en el Tecnológico de Monterrey ,Campus Tampico.

La obra del pintor es calificada, en el año de 1972, por el Instituto Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México, siendo entonces director del Departamento de Artes Plásticas, Jorge Hernández Campos, quien junto con otros asesores le otorgan el derecho para exponer gran parte de su obra en la galería José María Velasco del propio instituto, en enero de 1973. Posteriormente, el gobierno del estado de Nuevo León, presidido por el Lic. Luis M. Farías, lo invita para exponer su obra pictórica en la Sala de Arte de Monterrey, N.L., que dirige el profesor Francisco Guzmán del Bosque, en el mes de julio de 1973. También, por medio del H. Ayuntamiento de Guadalajara, Yapur expone su obra en el Centro de Arte Moderno de la misma ciudad, siendo director el Ing. Miguel Aldana Mijares, en el año de 1976.

Posteriormente, la Universidad de Guanajuato exhibe sus cuadros en la sala Hermenegildo Bustos durante un mes, justo después de la exposición de Vicente Rojo, previo al Festival Internacional Cervantino, también en 1976.

Por invitación especial de la Universidad de Sevilla, España, expone parte de su obra en la Expo-Sevilla ´92, en la muestra de "Pintura Universidad de México", inaugurándose esta participación en el Pabellón de México por la Universidad de Morelia, Mich., organizadora del evento, el 25 de agosto. Su obra permaneció expuesta, desde esta fecha hasta la clausura del evento, en la Sala de la Rectoría de la Universidad de Sevilla, en octubre de 1992.

Por su trayectoria artística ha recibido diversos reconocimientos: la medalla de oro al mérito, por el Ateneo de las Huastecas, grupo Por-Arte de Tampico, maestros de la Delegación Sindical del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, Tamps., las Palmas de Oro del Arte de la Sociedad Civil de Artistas de Tampico.En ceremonia solemne el entonces Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas,Ing. Humberto Filizola Haces, devela una placa con el nombre de Jorge Yapur Sherife en el Taller de Artes Plásticas de la Facultad de Música, en Tampico. En 1998 y 2001, recibió los homenajes por parte del R. Ayuntamiento de Cd. Madero y Ciudad Mante Tamaulipas, respectivamente, donde se le calificó como Hijo Distinguido de estas ciudades.El Instituto Tamaulipeco de Cultura, el gobierno del Estado de Puebla y el municipio de Xicotepec de Juaréz, así como la Fundación Quetzal A.C. han otorgado reconocimientos por su trayectoria al artista plástico. En 2005, le fue entregada la medalla "Candelario Garza" por el R. Ayuntamiento de Ciudad Madero. En 2010 el R. Ayuntamiento de Tampico honró merecidamente al Maestro ,con la develación de una placa con su nombre a uno de los salones de la Casa de la Cultura de este puerto.

Los orígenes. Fragmentos de un documental


Mis padres llegaron a México como tantos otros inmigrantes , buscando un hogar para establecerse. Sin embargo hay que recordar que las migraciones árabes que llegaron a México tenían como objetivo llegar a “América”, lo que específicamente significaba los Estados Unidos, y México era tomado como una puerta hacia ese país, pero debido a las leyes migratorias restrictivas decretadas por el gobierno estadounidense, muchos se quedaron en la República Mexicana y México comenzó a ser imaginado como un territorio atractivo económicamente y hasta cierto punto, como un país poseedor de tradiciones similares a las propias de los países árabes. Además ,en el caso específico de la migración libanesa, se pensó a México como un país proclive al entendimiento de árabes maronitas o judíos sefaradíes,considerados como minorías inscritas dentro de una gran mayoría musulmana.La población mexicana profesaba la religión católica casi en su totalidad, aunque de manera oficial el país había sido declarado como un Estado secular desde el movimiento juarista, lo cual permitía la convivencia con otras comunidades religiosas

La primera vez que mi Padre ( Juan Yapur Elías ), viajó a América ,tenía 14 años,y el viaje lo realizó en compañía de unas parientas de mi Madre (Sdagía Sherife). Sin embargo, en Marsella (Francia) , le impidieron proseguir el viaje , ya que mi Padre padecía en ese momento una infección ocular , una especie de conjuntivitis . Irremisiblemente se queda solo siendo todavía un niño . Al cumplirse la cuarentena que le habían impuesto las autoridades francesas, continúa su viaje , pero llega a la Argentina a principios de 1903 y se establece en Rosario de Santa Fe , donde posteriormente se casa y tiene una hija, mi hermana Sara. Enviuda y tras 18 años decide regresar a su tierra natal (1920), pero los parientes políticos no consienten que se lleve a la niña.

Los esposos Juan Yapur y Sdagía (Rosa) Sherife, en compañía de sus hijos Antonio y Pedro. La fotografía fue tomada en 1927,cinco años después que la pareja llegó a Tampico.

En Líbano desposa a mi madre , que también había enviudado y tenía una hija, mi hermana Teresa. Del mismo modo que a mi padre , los suegros le impiden viajar con la niña, quitándosela .

Mi Madre estaba embarazada y tuvo que fajarse el vientre para ocultarlo y así ser admitida en el barco, su estado de gravidez era muy avanzado y terminó dando a luz (1922) a mi hermano Antonio, en aguas cubanas , en un barco inglés llamado "La reina Victoria de Inglaterra ", un 24 de octubre , una fecha significativa porque algunos años después se conmemoraría el "Día de las Naciones Unidas"

En 1922, mis padres desembarcaron en el Puerto de Tampico y se establecieron en Villa Cecilia , ahora Ciudad Madero desde 1930 .

Mi padre fue un próspero comerciante que gestionó el primer Centro Libanés que hubo en el Estado de Tamaulipas. En este lugar, mis padres nos procrearon a mis hermanos Pedro (1924),Victoria (1927), Paula (1931) , (Antonio había nacido en el barco y se le consideró Inglés),y a mí.


Desgraciadamente mi Madre murió cuando yo tenía un año , me tuvo a pesar de que los médicos le advirtieron que sería a costa de su propia vida. Como era de esperarse, mi Padre quebró económicamente en el intento de sanarla . Y quedó viudo nuevamente .Llorando su tragedia , marchó mi padre con cinco pequeños y con toda la amargura del mundo a cuestas.

En Ciudad Mante , donde finalmente nos establecimos ,también se afincaron las familias; Nacoud, Hanun , Jobi, Yada, Saade, Balat, Melik, Jalil, Askar,Charur, Yunan, y Apess (éstas tres últimas en Xicoténcatl , a treinta y cinco kilómetros de Ciudad Mante). Mi Padre abrió la tienda "La Fama", que después a mi cargo se transformó en "Casa Monkey", mis tres hermanos mayores se fueron a radicar a Estados Unidos , nos quedamos Victoria y yo , ella fue quien me crió siendo todavía una niña. Luego regresó Pedro , quien con el tiempo se convirtió en un excelente y reconocido profesional dentro del ámbito de la fotografía.

A Victoria la casó mi Padre con un paisano que le doblaba la edad, mi hermana poseía una belleza deslumbrante, supongo que mi Padre pensó que con el matrimonio la protegería , incluso de ella misma. La noche de bodas, Victoria se fugó por la ventana de la habitación. Pasaron años para que papá la perdonara.

Ahora he envejecido y no hay un solo día en el que no recuerde a mi Padre, en lo terrible que fue para él cuando enfermé de tuberculosis , en una época donde todo el que la padecía, irremediablemente moría .Papá se reveló contra la fatalidad, luchó ferozmente por mi vida ... al menos ese duelo se lo ganó a la muerte ,ella se lo debía.

La infinita tristeza de no haber conocido a mi madre, dejó en mí una profunda herida que únicamente cerró , cuando me casé con mi esposa Alicia , fiel compañera de mil batallas y quien me ha brindado la esencial ternura, vital alimento para mi proceso creativo.


Huastequismo

"El Huastequismo es mi modesta y agradecida contribución a Tamaulipas, mi Estado natal, lugar donde están sepultados mis padres, donde me casé y nacieron todos mis hijos.
Jorge Yapur Sherife

"En este mismo lugar–cuyo proverbial perfil cosmopolita el Maestro refrenda con sus propios orígenes–, Jorge Yapur Sherife incuba una de las más asombrosas propuestas estéticas de las goteras del siglo XX mexicano.

La ha denominado Huastequismo, pues se apoya nada menos que en los esquemas estéticos de la nación Huaxteca, de honda huella en el remoto horizonte cultural de nuestro país " Raúl Sinencio Chavez

La Neo-Cultura Huasteca, es una propuesta para las artes plásticas que el artista Jorge Yapur Sherife después de investigar y escudriñar durante varios años la historia de los Huastecas, modestamente intenta prolongar la gran variedad de los sorprendentes elementos estéticos que constituyan la plástica original de los Huastecas, re-creando nuevas figuras y personajes al reproducir muchas de las características que formalmente empleaban los artistas huastecas para la elaboración de piezas en la cerámica lo mismo que su grafismo en la pintura.

La corriente estilística Huastequismo, tiene como fundamental punto de partida los tres periodos históricos en que se ubican cronológicamente a los pueblos huastecas que son: pre-clásico, clásico y pos-clásico, períodos que abarcaron en la historia un rango de antigüedad aproximada de 2 500 años, 1 100 años A.C., hasta 1 400 años D.C.

La obra artística de Jorge Yapur Sherife generalmente está constituida por formas y elementos estéticos, que indistintamente se dieron en estos períodos,que entremezclados ,uno con otro año,ha añadido el factor particular de la forma de sentir y de pensar de un artista de otro tiempo que obedece y está determinado por diferente momento histórico, nos presenta un nuevo concepto estilístico que Jorge Yapur ha calificado como HUASTEQUISMO.

"La pintura de Yapur me parece una pintura con “alma”; pero además me parece una pintura bella, pero de esa belleza per se, de esa belleza, parangoneando a Kant, diré “pulchritudo vaga”- Jorge es un amante, diría yo, un apasionado de la Huasteca y su arte; encontró en figuras huastecas primitivas el fulcro de donde parte su corriente muy propia que él ha llamado (con buen tino) “Huastequismo”, corriente ya reconocida y premiada en varios lugares de la república y del extranjero". Luis De La Cuesta

"El Huastequismo del Maestro Jorge Yapur es un emocionado tributo a la tierra que recibió a sus antepasados para compartir, no sin asperezas, sueños, luchas, vida diaria; se asimila a los antiguos artistas huastecos y con poderosa imaginación doblega al tiempo y restablece la comunicación con quienes considera sus hermanos: Los originales habitantes de su Tamaulipas entrañable." Felipe Llanas Moreno

"Conocer la obra del maestro Jorge Yapur Sherife, ha logrado transportarme al México nativo y ancestral, a los verdaderos dueños de la tierra, a mi adolescencia de ávido lector de Rulfo y Castaneda, al esoterismo mesoamericano ... a las raíces mismas de nuestra América india ... gracias al maestro por tan maravilloso viaje". Al Muru Andalucí


"El primer artista real que conocí en Tampico fue Jorge Yapur. Supe que lo era antes de ver colgados sus cuadros. Eran los primeros años de los setenta.

Descubrí que lo era porque hablaba como un artista, se reía como un artista, maldecía como artista.

Yo había conocido antes a dos o tres tampiqueños que, con todo y afanes, no acababan de parecérmelo. Algo fallaba. Les faltaba un poco de amor, un poco de odio. Sinceridad.

Por éso Jorge me sorprendió. Su personificación del Artista Plástico Tampiqueño, del Artista, en fin, era inédito en el Tampico pretencioso de los setenta.

Luego fue que aquella noche mire colgados sus cuadros en la Galería Dimensión Cinco. Ahí estaba Jorge con su camisa de manta, copa en mano, y ahí estaban sus telas mostrando la fuerza que bullía en su interior. Los miedos y los placeres que se movían en su sombra.

A Jorge lo empujaba un profundo respeto por el arte. No era un farsante. No estaba dispuesto a ejercer como artista de fin de semana de acuerdo a los requerimientos de la sociedad porteña de la época.

Después de esa noche nos hicimos amigos. Fuimos vecinos en el mismo edificio. Lo mire pintar. Pasaron los años.

La muestra que hoy presenta Jorge Yapur es, digamos, una breve retrospectiva, apenas el bosquejo de un largo trayecto de búsqueda constante y hallazgos magníficos. Es un gusto que, en cierta forma, Jorge nos concede a sus amigos, a quienes conocemos y admiramos su trabajo. Y un pequeño atisbo de su magia para las nuevas generaciones.

A través de cuatro décadas en Tampico, más de la mitad de su vida, Jorge nunca me decepcionó como pintor o como artista-ese hombre que hizo el arte en la soledad pero que, en la vida pública, protagonizó siempre al artista con orgullo.

Con su sensibilidad y su coraje, con sus pinceles y su actitud, Jorge dio un gran paso entre el Tampico provinciano y el tiempo presente. Asumirse así fue un designio que Jorge aceptó sin dudar y al hacerlo, desplazó estructuras que en el puerto tenían décadas de inmovilidad. Jorge no apostó con mezquindad o temblor las monedas sobrantes de una vida luchando cotidianamente. Apostó su vida. Y todos, con él, hemos ganado. " Arturo Castillo Alva (2007).


.



Notas

* Así fue calificado en 1998 el Maestro Jorge Yapur por el escritor jalisciense Dr. Gabriel Gómez López, quien es coordinador del taller de literatura "Luis Patiño" desde 1991 y de los programas de radio "El taller de la palabra" y "Polvo del estante". Así como colaborador del suplemento dominical del diario La Jornada de México .

Fragmentos de un Documental, de Victoria Yapur.

Diccionario Enciclopédico de Mexicanos de origen Libanés y de otros Pueblos del Levante , de Patricia Jacobs Barquet.


Por Victoria Yapur
Publicado originalmente en Páginas Árabes.com

  
©2016-paginasmexicanas®

viernes, 2 de marzo de 2012

Al que duda , Dios no lo ayuda - Los Brujos de Catemaco



Es conocida la ciudad de Catemaco en el mundo por la brujería. Se ha convertido en un filón muy importante para la economía local. Eclesiásticamente el municipio es principalmente católico, sin embargo, han aumentado las filas de Adventistas, Mormones, Evangélicos, Pentecostales ... Catemaco , posiblemente significa "casas quemadas", probablemente por los efectos de la erupción del volcán San Martín Tuxtla. La cabecera municipal fue fundada en 1774. Durante el siglo XVI, Catemaco pertenecía a la provincia de Santiago Tuxtla. Al consumarse la independencia se constituyó en una municipalidad. 

En Catemaco, Veracruz, según los brujos, el viernes inicial del tercer mes sus poderes aumentan y limpian su ser de los males con los que lidian durante todo el año pues existe la creencia y la tradición de que en este día, la energía de la Luna es mayor. Ahí se celebra de forma muy arraigada esta fecha única, efectuando rituales de brujería, algunos en presencia del público, como la llamada misa negra de los brujos blancos. 

El primer vierrnes de marzo es la única ocasión en que la Luna se aproxima más a la Tierra, se cruza la energía lunar con la del Sol, y se genera una energía bastante fuerte y positiva que nos ayuda a lograr lo que nos hemos propuesto o deseamos que suceda.



Justo cuando el jueves se transforma en viernes, el primero del mes de marzo, el misticismo de Catemaco se multiplica y da pie a ceremonias, ritos y también a mitos. Se dice que en esta fecha, el lago de la región se transforma en el centro en la que convergen las energías, por lo que se vuelve en el sitio ideal para que brujos, chamanes y curanderos desempeñen sus actividades.

El Primer Viernes de Marzo es, para los creyentes en las energías místicas, el día en el que los poderes de los brujos aumentan y es el momento en el que limpian su ser de los males recolectados a lo largo del año.

Catemaco es, desde la noche del jueves, el centro del universo místico, pues con marzo, llega el Congreso Internacional de Brujos, en el que los mayores exponentes de estas artes se congregan para retomar fuerzas.

El evento comienza en cuanto cae la noche del jueves, con ceremonias de todo tipo, las cuales se desarrollan en la zona de La Punta, ubicada en las orillas del lago de Catemaco, sin embargo, una vez que la media noche llega, los rituales dejan de ser una simple demostración, para convertirse en la llamada Misa Negra.



Este ritual, es considerado por sus participantes como el momento en el que se purifican, retiran lo "negro" retenido en las limpias realizadas a lo largo del año.

Para comenzar con ésta mítica ceremonia, se trazan con callos límites donde se hará uso de la magia y la purificación, la zona se rodea con antorchas sin encender y en el suelo se dibuja una estrella de seis picos . En los contornos se colocan veladoras para que el trazado también sea con fuego, el cual, según los participantes, significa purificación.

La estrella de seis picos es considerada por el brujo blanco como benéfica, pues quienes usan la de cinco picos o pentagrama lo hacen para convocar al mal y llamar al demonio. Al fondo se coloca otra estrella, hecha de palos y forrada de tela, para ser encendida como las antorchas circundantes.




Alrededor se colocan asientos para el público, mientras que al centro, el brujo mayor ordena que se encienda el fuego, dice unas palabras para sí mismo y después se sacrifica una gallina negra, que representa el mal que se entrega para ser purificado.

Esta ceremonia se realiza al tiempo que en los alrededores se celebran diferentes actividades, varias con inclinaciones místicas, algunas del tipo medicinal y otras más de tipo cultural.
Desde la época prehispánica, esta región fue considerada mística, pues en ella se adoraban varios dioses, sin embargo, a la llegada de los españoles, quienes consideraban como demoníaca la tradición de los chamanes, ésta fue prohibida.
Así, las ceremonias en honor a Huichilobos sufrió transformaciones, aunque se resguardo la tradición prehispánica en contados casos.

El nuevo culto a los santos católicos traídos por los españoles se mezcló con las ceremonias locales e incluso con las realizadas por los esclavos negros, con lo que en la región se dio un sincretismo espiritual sin igual en el mundo.
Sin embargo, el Primer Viernes de Marzo, no solo implica ceremonias místicas, también se incluyen danzas folclóricas y exposiciones culturales que atraen paseantes, los cuales, según la Secretaría de Turismo veracruzana, superarían los 30 mil.


Referencias: Mundo Natural , Vanguardia

©2012-paginasmexicanas®


Licencia Creative Commons

Al que duda , Dios no lo ayuda - Los Brujos de Catemaco por Al Muru Andalucí se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Basada en una obra en paginasmexicanas.blogspot.com.