martes, 20 de diciembre de 2011

La Malinche como símbolo de la mujer mexicana - Por Alessandra Sutter



Las mujeres como un sujeto a lo largo de la historia mexicana han sido representadas desde la mirada masculina. En este intento por darles voz a las mujeres en la Revolucion Mexicana, la historiografia ha silenciado aspectos relevantes sobre las mismas que necesitan ser develados para poder entender la participacion de las mujeres en ese proceso revolucionario. Esta falta de representación ha llevado a la construcción de un sujeto femenino subordinado al hombre. 

La Malinche ha sido un eje central en el estudio sobre la representacion de las mujeres mexicanas y se ha tomado como referencia para describirlas. “Ser hijos de La Malinche supone una exclusión muy grave,no seguir el cauce de la historia, guardar una situación periférica. La esclavitud de jure o de facto, carecer de nombre o aceptar el de la Chingada que, concluye Octavio Paz: ‘No quiere decir nada. Es la Nada’. Ser mexicana (por ser mujer, es decir, un ser rajado,abierto) sería, si tomamos al pie de la letra las palabras ya canónicas de Paz, un desclasamiento definitivo, caer de bruces en el no ser: la existencia se defne por una esencia negativa que en el caso de la mexicana es un cambio hacia la “nada”: ser mujer y mexicana no sólo implica una doble marginalidad, sino tambien la desaparicion”.16 

La invisibilidad de la mujer mexicana en la historia, según Margo Glantz, se debe a dos factores: el de ser mexicana y ser mujer. A partir de esta construcción se realiza la representación de las mujeres mexicanas en la revolución, como seres que no merecen ser parte de la historiografia. Las mujeres mexicanas han sido asumidas como “hijas del mal”, aspecto que logra la exclusión de las mismas y la demonizacion de su existencia.


“La mujer es como el campesino, un ser excéntrico, al margen de la historia universal,alejado del centro de la sociedad, encarna lo oculto, lo escondido; mejor dicho, es el Enigma.”17

Las representaciones realizadas por autores como Octavio Paz, muestran claramente la posición desigual que ocupaban las mujeres en la sociedad mexicana; pero,¿esa posición se ha desvanecido con la modernidad? La modernidad ha traído consigo un despertar en la conciencia femenina, en un intento por salir de la situación periférica en la historia. “Uno de los fenómenos más importantes en la literatura mexicana desde 1968 es la aparición de una vasta producción de literatura femenina.” 18 

Dentro de esta generación literaria se encuentran Elena Poniatowska, Carmen Boullosa y Elena Garro. A partir de estas escritoras la visión de la Malinche comienza a desvanecerse, pero surgen nuevas figuras literarias que encarnan personajes como la Malinche: mujeres, intérpretes y mexicanas. Esta literatura tiene un impacto poco significativo en la construcción histórica de las mujeres, ya que la imagen que se sigue creando es similar a la de La Malinche.19


Es pertinente indagar cómo las mujeres se pueden ver a sí mismas bajo la mirada masculina. “La proliferación de la literatura femenina responde a una proliferación de nuevas formas, de cambios radicales en el país. Las infancias han cambiado: las narradoras que tratan de recrearla quizás debieran enfrentarse a lo desverbal, a lo ingobernable, a lo que se desdibuja y trata de configurar otro diseño, cuya lectura sería
importante descifrar”.20 

La posición de la Malinche ha sido olvidada, pero el sujeto femenino mexicano sigue siendo construido desde la perspectiva de la misma, con sus atributos y defectos; o sea, la perspectiva sobre la mujer mexicana no ha cambiado del todo en la historiografía. Es necesario proponer “otra posible mirada”21
a la multiplicidad de la historia femenina sobre la Revolución Mexicana, porque existen pluralidades en la
misma que deben interpretarse para comprender la importancia del rol de las mujeres en la revolución y en la construcción del país. En esa nueva mirada a la historia se pueden identificar nuevas formas de interpretación que muestren los vínculos de las mujeres con la revolución.

Notas:

16 Glantz, Margo (ed.), La Malinche, sus padres y sus hijos, Editorial Taurus, México, 2001, p. 282.
17 Octavio Paz, El peregrino en su patria, en México en la obra de Octavio Paz, t.1, México, FCE, 1987,
citado en Glantz, La Malinche, p.281.
18 Glantz, La Malinche, p. 298.
19 La representación de las mujeres en la generación literaria de Elena Garro, Elena Poniatowska y Carmen
Bullosa ha girado en torno a la figura traicionera, subordinada e intérprete, como la Malinche. La creación
de este tipo de literatura no ha realizado cambios en el papel de la mujer mexicana, al contrario, ha añadido
máscaras a la representación antigua de la Malinche.
20 Glantz, La Malinche, p. 301.
21 Otra Posible Mirada es sugerida por Carmen Luisa González. Es necesario observar la historiografía
desde otro punto de vista para que los actores de la misma se puedan manifestar de diferentes formas. Esto
suaviza un poco la arbitrariedad de la historia.

 Por Alessandra Sutter

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