martes, 12 de abril de 2016

Amagos perros - Por Raúl Sinencio Chávez




Con las huestes de Hernán Cortés llegan animales desconocidos en México. Claro ejemplo ofrece el caballo que sirve de transporte. Desembarcan a la par mastines, diferentes a las contrapartes autóctonas en características y usos. Ambas razas sustancian por ende peculiares facetas de la conquista española, que dejan huella en Tamaulipas.

PRISIONEROS

Cuando los embajadores de Moctezuma regresan, aún impresionados le informan al emperador mexica que las tropas europeas traen lebreles, así llamados, “enormes, […] de grandes lenguas colgantes;” sus “ojos derraman fuego, están echando chispas […] Son muy fuertes y robustos, no están quietos, andan jadeando, andan con la lengua colgando”, recoge fray Bernardino de Sahagún.

Tramas metálicas, telas o cueros resistentes a flechazos les cubren los costados y el lomo. Complementan las corazas anchos collares unidos a cadenas, que en la mano lleva el amo, pudiéndolas soltar con rapidez, Ello sobrecoge de inmediato a los que nunca habían visto algo semejante.

De mandíbula recia y atronadores ladridos, aquellos especímenes han sido entrenados para el combate fiero. Enormes, ágiles, bravos, prestos a las órdenes de ataque, se lanzan contra los ejércitos adversarios, destrozándolos batalla tras batalla. Incluso escarmientan a comunidades o prisioneros mal avenidos. Sucede en diversos puntos, donde causan espanto. Resalta el Códice Florentino: “Ponían gran temor en todos los que los veían”.

ULTRAMAR

Sobran elementos que marquen y acentúen el contraste. Expliquémonos. Mesoamérica registra de antemano la presencia canina. Amplia e indudable, ésta se extiende a diversos climas y territorios. Al respecto, suman por lo menos diez las variedades propias.

Una de ellas la describe Francisco Javier Clavijero. “El ‘xolotzcuintli’ –asevera el jesuita— […] en algunos individuos” alcanza “cuatro pies de largo. Tiene las orejas derechas, el cuello grueso y la cola larga. Lo más singular […] es estar enteramente privado de pelo […] Sólo tiene sobre el hocico algunas cerdas largas y retorcidas. Todo su cuerpo está cubierto de una piel lisa, blanda, de color ceniza, […] manchada en parte de negro y leonado”. Agrega: Los hay “de […] aspecto melancólico” y por completo mudos.

Desde tiempos inmemoriales también los domestican. Pero aparte de lo descrito, respecto a los de Europa se distinguen por cubrir roles bastante distintos, sin vínculos con las artes bélicas. Sirven de compañía en la vida hogareña. Nuestros pueblos originarios creían asimismo que guiaban el alma de los difuntos en su camino al inframundo. Los sacrificaban en consecuencia, enterrándolos al lado del propietario fallecido. Lo anterior choca en forma terrible con las aludidas estrategias de quienes arriban de ultramar.

ASPAVIENTOS

Consumada la empresa conquistadora, sus cánidos beligerantes cambian de funciones. Algunos pasan al campo y cuidan allá del ganado. Otros se vuelven precursores de jaurías callejeras en ciudades novohispanas, marcándolas con inmundicias e instintos escandalosos que incomodan a las elites.

Los equivalentes nativos, por lo contrario, resultan diezmados sin miramientos. Apunta Clavijero: “Los españoles […] no teniendo todavía rebaños de ninguna” clase, “hacían la provisión para sus buques con carne de estos cuadrúpedos”. Sobreviven a duras penas, devolviéndoles visibilidad los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera durante el siglo XX.

Otrora abundaban en las colindancias tamaulipecas y veracruzanas. A tal grado, que de ahí proviene el topónimo prehispánico de Tampico. En la antigua lengua huasteca, “tam” significa lugar y “pico” quiere decir perro; entiéndase lugar de perros. Al prejuicio actual mucho le incomoda y alega que se trata de perros de agua o nutrias. Vaya despropósito, si consideramos que a este mamífero acuático el mencionado idioma reserva la palabra “hatzo”. Tantos aspavientos por unos canes que, de tan raros, paradójicamente alcanzan hoy altas cotizaciones.

Por Raúl Sinencio Chávez
Publicado originalmente en La Razón, Tampico, Tamps.

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